
Era de imaginar que Boca podía (y debía) ganarle al peor equipo de
El Xeneize apenas llegó una vez con un remate de Muche, el mejor de Boca en el PT, que salió apenas elevado, y no mucho más. Por su parte el equipo paraguayo, que aun sin muchas ideas le llegaba al equipo de Ischia, a los 35 minutos del primer tiempo, tras una buena jugada de Fabro (gran partido del ex Boca), quien tiró un busca pié encontró a Negreiros que desviando el curso del balón logró vencer a un Abbondanzieri que, lanzado para el otro lado, veía como esa pelota entraba mansita.
Se iba el primer tiempo y la sensación de que Boca tenía que mejorar mucho para cambiar la historia.
Una buena jugada entre Román, Lucho y Mouche dio como resultado un golazo de Pablito, mal anulado por un inexistente offside. Apenas unos minutos después, una jugada por derecha y con la subida de Ibarra, demostró el desastre de actuación del árbitro y si hablamos de actuación, el aplauso para el 4, que se tiró como si lo hubieran hachado, e hizo comprar al juez el falso penal que inventó.
Riquelme se hizo cargo, pelota pegada al palo derecho del arquero,
Ischia decide hacer cambio de figuritas y cambia a los dos delanteros, afuera Lucho y Mouche (ambos jugaron muy bien), adentro Palermo y Palacio. En el primera que tuvo Rodrigo, un toque sutil que dio en el palo izquierdo, anunciaba lo que se venía. Minutos después Román volvía a probar al mismo poste que hacía recorrer toda la línea del arco y hacía pensar que en cualquier momento se venia la ventaja. Y así fue.
Una muy buena jugada colectiva que Vargas culminó dentro del área centrando para Palermo que tan solo tuvo que soplarla (aunque estaba con marca), le daba, por fin, la ventaja a Boca y la tranquilidad que necesitaba. Esa tranquilidad llevó que a 5 minutos del final, tras un rechazo de Caceres, una bajada de Palermo y un sutil pase de Román, Palacio definiera como sabe, dejando acostado al arquero y tocando la pelota hacia un arco vacío para estampar el 3-1 final con el que Boca venció al equipo paraguayo.
Con esta victoria Boca queda muy cerca de la clasificación, con puntaje ideal en 3 partidos, habiendo ganado dos de visitante y, con un partido menos que sus perseguidores, con 3 puntos de ventaja.
La clasificación está a la vuelta de la esquina, y lo que pedía el partido pasado también: terminar como el mejor de la primera ronda para poder definir todo de local desde octavos en adelante.
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