Con una demostración de actitud y una solidez defensiva que asombra, Boca derrotó de visitante a Lanús por 2 a 1 en el partido más importante en lo que va del 2011 y consiguió quedar por primera vez en mucho tiempo puntero en soledad del campeonato argentino.
Hablaba de actitud, y en este caso la actitud se resume en un dato, el saber cuando golpear. El equipo de JC Falcioni supo en que momento marcar y a partir de los goles entender como manejar el encuentro a piaccere.
En el inicio del partido, a los 5 minutos, llegó la primera emoción de la tarde y a su vez la una mala noticia. Por un lado el gol, el muy buen gol de Lucas Viatri que tras un buen corner de Erviti dejó picar la pelota y con una especia de semi tijera colocó ese balón entre el palo derecho y las manos de Marchesin. Importantísimo el gol del 9, que trajo tranquilidad ni bien arrancaba el encuentro y llevó a que luego Boca maneje los hilos del partido como quiso. La mala, la lesión de Cvitanich claro, que llegaba complicado al encuentro y se retiraba ni bien iniciado el mismo.
A decir verdad, en 5 minutos ningún equipo era superior al otro. El xeneize había tenido la bocha en ese pequeño tramo y digamos que el gol fue la consecuencia de ese rato futbolístico que a su vez se convertía en el premio a lo que se vería en el resto del primer tiempo, donde Boca justificó la diferencia y hasta tuvo la posibilidad de aumentar la cuenta.
Se terminaban los primeros 45 minutos y la contra iniciada por Viatri que toca para Román, el 10 que transada y abre para Mouche, éste que aguarda la llegada de Riquelme, pase al centro y la llegada Braghieri que toca justo la pelota para evitar la segunda caída de su valla.
El primer tiempo se iba con un Boca superior, que aun entregándole la posesión del juego al Granate, nunca pasó sobresaltos atrás y supo como mover la bola de lado a lado cuanto la tuvo en su poder.
Comienzo del complemento y el baldazo de agua fría al minuto de juego. Centro desde el lado derecho de la defensa Xeneize, Insaurralde que no se entiende con Orión y así Juan Manuel marcaba en contra el transitorio empate para los del sur de Buenos Aires que sin patear al arco en todo el partido lograba igualar el marcador y poner en suspenso los 45 minutos que se venían.
A decir verdad, en ese momento, personalmente, pensé que el equipo se iba a caer a pedazos. El empate había llegado prácticamente desde el vestuario y de la peor manera, insisto, sin que te pateen al arco. Pero, ahí apareció el equipo que merece estar donde se encuentra. Luego del empate se vieron 15 minutos de incertidumbre donde ambos equipos se prestaban la pelota pero a su vez nadie atacaba, hasta que llegó el quiebre definitivo del encuentro y como bien lo marcó el técnico granate, Gabriel Schurrer, fue en el momento justo.
Lateral que Roncaglia hace para Somoza, el flaco que se acomoda y lanza un centro perfecto a la cabeza de Erviti que con un preciso toque de cabeza desvía la pelota para acomodarla cerca del palo derecho de Marchesin que poco y nada podía hacer ante semejante cabezazo. Gol, golazo de Boca, 2-1 arriba y de nuevo a manejar los hilos del juego.
Nuevamente, pos gol, el equipo de Falcioni, de la mano de un Riquelme inteligente y activo, entendió como había que jugar el encuentro, teniendo la bocha en ¾ de cancha, lejos del arco de Orión y siempre que se pueda tratar de aumentar la diferencia. Por dar tan solo un ejemplo, Mouche que encara por derecha, centro bajo que pifia un defensor Granate y Viatri que la tira a la 2º bandeja de La Fortaleza.
Boca era más y nuevamente justificaba el resultado a partir de marcar el gol. Los minutos pasaron, Lanús nunca pudo superar una defensa Xeneize que cada día se muestra mas segura e impasable y la victoria final muestra a un Boca con confianza y con juego, con ideas y seguros de lo que hay que hacer en los 90 minutos para llevarse nuevamente una victoria.
En Resumen: En el partido más importante de la era Flacioni, cuando los dos punteros del campeonato se enfrentaban en el Sur de Baires, Boca le ganó a Lanús en su cancha y se sacó la espina de aquel 0-2, última derrota del Xeneize justamente en ese mismo estadio hace tan solo cuestión de meses. El equipo de la Rivera se presenta cada vez más seguro en el fondo y a partir de esa base atrás lleva a un juego colectivo donde cada pieza es fundamental para el funcionamiento. Boca ganó nuevamente, logró su 3º victoria al hilo, se colocó primero en soledad en el Apertura 2011 e invita a soñar cada vez más fuerte con un final feliz para el pueblo boquense.
Las Buenas:
- Lograr la punta en soledad. Tras 7 fechas el equipo está mas seguro que nunca y luego de casi 2 años y medio disfruta en exclusividad del primer puesto de un torneo local.
- Estirar el invicto a 17 partidos. Lo dicho cada semana, y mientras dure se resaltará, por supuesto, ese dato relevante.
- Ganarle en una final al tal vez mejor equipo del país en la actualidad. Lanús es a mi entender el equipo que mejor juega, tiene jugadores y un equipo que da envidia. Bueno, esta vez Boca supo como controlarlos a todos y así derrotarlos en su casa.
Las Malas:
- La lesión de Cvitanich. Es un jugadorazo y Boca lo necesita en cancha. Mínimo 3 semanas sin el ex Banfield, una baja que esperemos no se note con el ingreso de Mouche en la delantera.
- La falta de contundencia adelante. Luego del 2º gol Boca contó con no menos de 3 opciones claras de aumentar el marcador, pero nuevamente pecó de ingenuo a la hora de definirlo se quedó con las ganas.
Los puntajes:
1- Orión: 6. No lo buscaron en todo el partido, es verdad, pero se lo vio seguro en los centros que cayeron en su área. Queda la duda si pegó el grito en la desafortunada jugada que termina en el empate del local.
23- Roncaglia: 6,5. Casi no tuvo inconvenientes en anular al uruguayo Regueiro por su lado. Tal vez se pueda decir que le faltó pasar más al frente.
2- Schiavi: 7,5. El Flaco ya es, sin dudas, la pieza fundamental de todo el funcionamiento del equipo. Una garantía en el fondo, roba y rechaza cada pelota que pasa cerca del área xeneize. Nuevamente partidazo de Rolando.
29- Insaurralde: 5. No tuvo un mal partido, pero el gol en contra lo condena. Supo contener bien a Romero y se entendió a la perfección con Schiavi y Clemente a la hora de cubrir las subidas del pelado.
3- Rodriguez: 7. Otro gran partido de Clemente. Muy bien en la marca, nunca dejó jugar con tranquilidad y espacios a Valeri. Como siempre correcto a la hora de pasar la mitad de la cancha.
8- Rivero: 7. Hoy si el Burrito jugó un gran partido. Correcto en el movimiento lateral del balón, tuvo alguna posibilidad de marcar pero su remate salió muy elevado. Correcto en la marca, robó muchas pelotas.
18- Somoza: 7,5. Dueño y amo del medio campo, Leandro marcó como siempre y jugó como nunca. Preciso en cada pelota que partió de su pie, el mejor ejemplo el perfecto centro para el 2º gol de Boca.
11- Erviti: 8,5. El gol es el resultado de un gran partido de Walter. Perfecto en el toque en el medio, siempre dispuesto a sacrificarse a la hora de marca y cubrir el costado izquierdo en las subidas de Clemente.
10- Riquelme: 8. Manejó los hilos del juego como quiso y llevó a Boca a jugar su mejor fútbol luego de ponerse en ambas ocasiones en ventaja. Personalmente me gustaría verlo patear aunque sea una vez al arco, pero lo se, ya pido demasiado.
20- Cvitanich: -. Cinco minutos en cancha para tener una chance que terminaría en el corner que luego sería el 1-0. Salió ni bien comenzado el encuentro y no lo tendremos por al menos tres partidos. Baja sensible.
9- Viatri: 6,5. Perfecto en el 1º gol, puso la bola donde tenía que ir. Ganó casi todas las que le tiraron por arriba pero a su vez perdió muchísimas pelotas por retenerla demasiado.
7- Mouche: 6. Pablito hoy no fue aquel estúpido al que nos habíamos acostumbrados. Es verdad, encaró 10 veces y perdió 8, pero sin dudas hay un cambio en la cabeza del 7. Me quedo con la última del primer tiempo, donde no se engolosinó y esperó la llegada de Román para que él lo defina. Buen partido de Mush.
21- Chavez: -. Ingresó a las 41’ por Román y poco pudo hace en 5 minutos en cancha.
22- Erbes: -. El cambio para hacer tiempo esta vez lo tuvo como cómplice a Cristian. Entró a las 46’ por Mouche, ni la tocó.
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