domingo, 3 de octubre de 2010

Bergüenza, con B de Boca II

Una vez más, sin ideas, sin fútbol, sin actitud, sin coraje, sin nada, Boca volvió a perder de local, suma su 5º derrota en el campeonato, y con más de medio torneo por delante se despide definitivamente de la pelea por el título que nunca ni siquiera soñó.

Como hace casi dos años, en aquel Apertura ’08 el cual el Xeneize finalmente conquistó con el triangular final, en la pen última fecha, titulé el horrendo empate contra Gimnasia de La Plata con Bergüenza con B de Boca, y la verdad que aquella vez, comparada con esta, es un anhelo.

Lo de Boca es realmente penoso. La falta de actitud es algo que duele en el alma. La falta constante de ideas para crear peligro es vergonzosa. La falta de compromiso, lo mal que se juega…

En serio, perdón Ischia. Ser cagón en un final de campeonato contra el peor es algo que deseo con todo mi alma, ahora que veo esto.

No entiendo cual es la idea de Borghi, ok, a demás de los 3 en el fondo, los dos carrileros, el doble 5.. ok ok, pero con eso qué hago? Cómo gano un partido sin generar peligro en el arco rival? Qué otra segunda opción tengo si mis dos carrileros no pueden tirar centros? Cuándo vamos a ver a uno de los stopper pasar al frente y sumarte al ataque? Cuándo le vamos a encontrar funcionalidad en el equipo a Viatri? Y a Mouche cuando entra?.... Muchas preguntas las cuales siento que solo escucho la misma respuesta, No.

Creo que ya canso de repetir lo mismo semana tras semana, pero el doble 9, que quiere que le diga, a mi no me gusta nada y está jugándole de forma negativa esto a Boca. Y no tengo absolutamente nada ni contra Viatri, y muchísimo menos contra Palermo, por supuesto, ambos son grandes delanteros, excelentes número 9, pero necesitan estar acompañados con alguno que vaya por afuera, que sea una opción diferente que los dos carrileros, para entregarles el balón para hacer el gol. Es verdad que falta el 10 en este equipo, no me lo olvido, pero no podemos ser Riquelme-dependientes incluso antes de que Román juegue.

Entiendo el proyecto a largo plazo, lo avalo, quiero que suceda… pero acá algo está funcionando muy mal. O ninguno de los jugadores entiende a que se está jugando, o no hay ganas de que así sea.

No encuentro otra manera de entender como se puede jugar tan mal al fútbol sin ninguna idea.

Ojala todo cambie cuando Juan Román vuelva, porque sino, muchachos, esto se nos cae a pedazos y ni moviendo el mercado de cabotaje salvamos este avión que se viene en picada con los motores averiados y un capitán de vuelo que no le encuentra la vuelta a las fallas persistentes.

Sobre el partido: Con un comienzo tan tibio como lo fue en el resto del encuentro, a los 7 minutos de partido, con una jugada inventada hace solamente 40 años, en una salida corta en un corner, Lanus se puso en ventaja con un derechazo de Blanco, la gran figura del partido (junto a Pelletieri). Boca no mostraba nada más que al paraguayo Gaona Lugo, que si hay algo positivo para rescatar es que encontramos el carrilero por derecha. Pero no había mucho a demás de lo que el paraguayo podía hacer. A demás, al pibe todavía le falta físico, y hoy se fundió a los 10’ del segundo tiempo. Nota no mínima, teniendo en cuenta que la vez pasada se quedó sin nafta al mismo minuto pero del primer tiempo…
El sin fin de ideas de Boca con esa, su una única opción y varias pérdida de balones en el medio campo, apuntaban a un entretiempo con derrota, pero tras un centro de pelota parada, la redonda encontró a Insaurralde que volvió a marcar un gol con la azul y oro, este para empatar un partido que Boca no merecía empatar, pero que en un guiño del destino ayudaba a levantar al muerto Xeneize.

Para el segundo tiempo Boca de a poco lo fue acorralando a Lanus en su arco, pero también se desconcentraba atrás y por ratos pasaba algún que otro sobre susto.
Los ingresos de Mouche (futbolísticamente que estúpido es este pibe, por favor), Chavez y Escudero, fueros inútiles, como sus actuaciones.
Boca siguió acechando al rival, pero sin generar peligro, hasta el minuto 47’ del segundo tiempo, una falta a Palermo en la puerta del área, 50.000 almas gritando “Matalo! Matalo!” y Caruzzo con calidad casi hace el gol del año, pero no. Las piernas del arquero granate salvaron ese tiro libre colocado al medio del arco.

El resto ya es historia, el 47º pésimo corner mal pateado de Boca, la contra 4 contra 1 de Lanus, el penal de Clemente, la roja para el 3, el tiro al medio de Pelletieri y el 1-2 final para decirle chau chau al torneo, a la copa libertadores, a todo.
A pensar en cómo seguir, en cómo remontar esto y en cómo Boca le tiene que ganar en Victoria a Tigre el fin de semana que viene sea como sea, para llegar de la mejor manera al Super Clásico, que sí, es a lo único que podemos apuntar en este semestre.


En Resumen: Somos un asco, que le vamos a hacer?

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