El espejismo de esperanza, que logramos con el triunfo ante Velez, se acabó antes de poder disfrutarlo. Los jugadores elegidos por Borghi, los mismos 11 que ante el Fortín parecieron 11 leones, contra San Lorenzo fueron 11 gatitos.
¿Donde quedó la actitud del partido pasado? ¿Dónde está esa garra y ganas que vimos hace tan solo 6 días? ¿Cuán necesario es que el puesto del DT esté en juego para que los jugadores pongan lo que hay que poner?
La semana pasada, en este blog, decíamos que al parecer Boca, con el esquema que utiliza, para poder ganar tendría que jugar exactamente como se jugó contra el equipo de Gareca: con huevos, actitud y ganas de querer comerse al rival desde el minuto cero. Bueno, contra los cuervos todo esto parecía cosa imposible, cosa de otro equipo, no de los mismo tipos que, insisto, hace 6 días daban una lección de coraje y de tener lo que hay que tener para levantar un barco que se hundía, al cual se le sacaron un par de baldes de agua, pero que todavía sigue hundiéndose.
Los errores de siempre siguen y para colmo le agregamos nuevos. Hace un par de fechas, dije que Gary Medel cada día se parecía más a Vargas, en la marca bien, con la pelota en los pies, impresito… pero, por lo menos no lo echan (echaban!!). Innecesaria patada estando amonestado (podemos discutir la primer amarilla, pero la segunda es más clara que el agua cristalina) .
En resumen: Ramón, y su Falcón 74’, le ganó con un esquema similar a un Boca regalado en su cancha, que creía que con el envión de la victoria ante Velez se comía crudo a un San Lorenzo que , insisto, con el mismo dibujo táctico, hizo las cosas fáciles y se llevó los 3 puntos para ser temporalmente puntero del campeonato.
¿Boca? Boca volvió a ser lo que era, nada de ideas, nada de actitud, nada de nada
Ahora a Bahia Blanca, el domingo a la noche, a recuperarse contra Olimpo que viene de perder con All Boys y sigue en lo más bajo peleado el descenso (que hasta ahora, lo muestra a los de enfrente en descenso directo)
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