domingo, 5 de septiembre de 2010

Volvimos a lo mismo

El espejismo de esperanza, que logramos con el triunfo ante Velez, se acabó antes de poder disfrutarlo. Los jugadores elegidos por Borghi, los mismos 11 que ante el Fortín parecieron 11 leones, contra San Lorenzo fueron 11 gatitos.

¿Donde quedó la actitud del partido pasado? ¿Dónde está esa garra y ganas que vimos hace tan solo 6 días? ¿Cuán necesario es que el puesto del DT esté en juego para que los jugadores pongan lo que hay que poner?

La semana pasada, en este blog, decíamos que al parecer Boca, con el esquema que utiliza, para poder ganar tendría que jugar exactamente como se jugó contra el equipo de Gareca: con huevos, actitud y ganas de querer comerse al rival desde el minuto cero. Bueno, contra los cuervos todo esto parecía cosa imposible, cosa de otro equipo, no de los mismo tipos que, insisto, hace 6 días daban una lección de coraje y de tener lo que hay que tener para levantar un barco que se hundía, al cual se le sacaron un par de baldes de agua, pero que todavía sigue hundiéndose.

Más allá de las ocasiones que tuvo el Xeneize a lo largo del partido, a demás del extrañísimo gol de Martín, dos tiros en el palo y dos pelotas sacadas desde la línea, Boca no mostró mucho juego y con los datos de las llegadas se ocultan mil y un errores que se siguen cometiendo: Palermo y Viatri siguen chocándose, a la hora de ir a buscar una pelotazo, o a la hora de moverse en el área. Los carrileros tienen que tener el partido de sus vidas para jugar 6 puntos, porque sino, posiblemente todos los partidos sean tomados como reprobados. Siguen sin tirar un buen centro, siguen estando lejos de la marca en cada ataque rival, siguen quedando en deuda. Hoy por igual Gimenez y Clemente.
Siguen, los dos centrales, estancados a la hora de atacar y enamorados del pelotazo constante en busca de sacarse el problema de encima y tirarle el problema a los delanteros para que se la arreglen. Estoy podrido de ver a Cellay e Insaurralte tirar pelotazos TODO el tiempo, y en su gran mayoría de las veces, donde ni siquiera hay un jugador de Boca.
Sigue, el arquero, clavado al sueldo en cada centro. Hoy lo padecimos en el primer gol, y en varias que no lo fueron de milagro.

Los errores de siempre siguen y para colmo le agregamos nuevos. Hace un par de fechas, dije que Gary Medel cada día se parecía más a Vargas, en la marca bien, con la pelota en los pies, impresito… pero, por lo menos no lo echan (echaban!!). Innecesaria patada estando amonestado (podemos discutir la primer amarilla, pero la segunda es más clara que el agua cristalina) .

Lo único rescatable y para destacar es, como siempre, Sebastián Battaglia. Marca y pone todo el partido, recupera el 90% de los ataques rivales y siempre está, acompañado o solo en el medio de la cancha. Lo único para reprocharle es, todavía, el manejo de pelota y los pases. Lento e impreciso en esos dos campos. El 2º gol comienza con un pésimo intento de pase de Sebastián al pibe Araujo, entregándole el balón a un rival con 70 metros libres por delante.
Otra cosa para remarcar, por qué no, es la vuelta al gol del Titán, que sigue sumando tantos frente a San Lorenzo, el rival al que más veces le marcó y "abriendo" el arco para lo que va de este apertura, ojalá sea el comienzo de muchos goles, como por suerte nos tiene acostumbrados.

En resumen: Ramón, y su Falcón 74’, le ganó con un esquema similar a un Boca regalado en su cancha, que creía que con el envión de la victoria ante Velez se comía crudo a un San Lorenzo que , insisto, con el mismo dibujo táctico, hizo las cosas fáciles y se llevó los 3 puntos para ser temporalmente puntero del campeonato.

¿Boca? Boca volvió a ser lo que era, nada de ideas, nada de actitud, nada de nada

Ahora a Bahia Blanca, el domingo a la noche, a recuperarse contra Olimpo que viene de perder con All Boys y sigue en lo más bajo peleado el descenso (que hasta ahora, lo muestra a los de enfrente en descenso directo)

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