lunes, 4 de abril de 2011

6 pájaros de un tiro

Dos victorias al hilo, el primer triunfo de local, dar vuelta un partido por primera vez, 2 goles en un mismo partido también por primera vez en el campeonato, el hecho de volver a ganarle a Estudiantes después de 4 años (léase 8 campeonatos) y por fin un gol en el primer tiempo, son las seis aves que Falcioni y su Boca derribaron con esta tremenda victoria ante el Pincharata para escaparle al fondo de la tabla y meterse en el pelotón de esos 5 puntos que separan del 1º al 13 º puesto.

La realidad es que después de muchísimo tiempo Boca volvió a jugar bien un partido de fútbol y ganó, bien, cuando más complicada la tenía.
El rival de turno, único puntero hasta el momento y considerado por muchos como el mejor equipo de Argentina en la actualidad (me incluyo), era temido y visto de reojo con el sentimiento de que volveríamos a ver la misma figurita que vemos cada 15 días en nuestra cancha. Pero, los jugadores, que más que nunca debían demostrar que no estaban muertos y que no había sido una casualidad lo visto con Colón hace una semana, salieron a comerse la cancha, y a pesar de los errores que seguimos cometiendo, se llevó finalmente un partido que mereció ganar durante todo su desarrollo.

En el inicio el Xeneize era más, o tenía más ganas. La pelota la tenía el medio ultra plagado de gente de Boca y se divisaba un buen encuentro, pero... el karma de Boca desde hace años, la defensa, jugó su carta infaltable. Somoza no cabeceó y dejó pasar la pelota (calculo que ante el grito de algún compañero, quiero imaginar), la dormida de los defensores, la pelota que se abre, llega el centro, pésimo el movimiento de Insaurralde que deja absolutamente solo a Rodrigo Lopez, que con todo el tiempo y espacio del mundo, la deja picar y fusila a Luchetti que nada podía hacer ante semejante remate.
1 a 0 abajo, en 7 minutos y el peor de los escenarios se hacía presente en la Bombonera. La resignación que se sentía en el ambiente era grosera. Si ya veníamos mal, sin ganar de local, sin poder hacer goles desde la primera fecha y con lo pésimo que se estaba jugado, el 0-1 sonaba a golpe de KO en la primera piña, solo que en este caso, todavía quedaban 83 minutos obligatorios más de pelea.

Pero, apareció el 10, y en un rato, y con otro excelente tiro libre (fabricado por él mismo) emparejó las cosas, poniéndole un poco de justicia al marcador.
Que golazo que hizo Román, perdón, que otro golazo hizo Román. Y éste todo de él, agarró la bocha cerca del área, se ubicó donde más le parecía, se tiró y se cobró a si mismo el tiro libre ideal. Luego la acomodaría cerca del palo izquierdo de Orión, que por más estirada que pegaba, poco podía hacer. Empate nuevamente, y a volver a empezar.

Boca era más que Estudiantes, que solo inquietaba al Xeneize por alguna que otra pelota parada que tan solo morían en intentos, y mostraba una cara diferente a la que nos tenía lamentablemente acostumbrados. Aunque con muchas pelotas perdidas, Somoza era quien comenzaba el trabajo de control de pelota. Clemente y Calvo no desentonaban y por momentos tanto Erviti como el Pochi Chavez se juntaban bien con el 10 y entre ellos. Pero, las llegadas no aparecían. Con apenas un par de ocasiones en el primer tiempo, Boca se fue al descanso tranquilo, con un empate y 45 minutos para dar vuelta la historia, ya con el cambio de Monzón (que sin tener que concentrarse en la marca mejoró mucho) por el Pampa Calvo cuando la lluvia caía sobre el estadio Alberto J. Armando. Lluvia que duró no más de 10 minutos, pero, al parecer, funcionó de impedimento para jugar libremente, y en ese rato, hasta que terminó la primer parte, el encuentro pareció caer en un pozo.

Para el segundo tiempo el Xeneize volvía a imponerse en el verde césped y seguía siendo más que el equipo del Toto Berizzo, que ya miraba el partido desde el vestuario, pero no podía concretar y parecía que una vez más no se lograría un triunfo en nuestra casa. Palermo, con mínimas chances, no podía cambiar el rumbo de su peor racha con la azul y oro, y a los 20’ del complemento dejó la cancha para que ingrese Viatri. Y acá el partido cambió totalmente.
La entrada activa de Lucas le cambió para bien (perdón, para mejor) la cara a Boca. El salir a buscar más, no solo le dio oportunidades al xeneize, como aquel buen pase de Viatri para el Pochi, la excelente definición y el horrendo fuera de juego que le cobraron a Chavez que en esa ocasión estaba habilitado por casi medio metro, sino que también abrió un poco el partido para el de enfrente y se convirtió lentamente en un leve ida y vuelta.

Ahí rescato un momento importantísimo del partido. El gran cambio de Julio Cesar, adentro Mouche por Chavez. Dos de punta, y una actitud ofensiva clara, sin, por supuesto, olvidar la parte defensiva. Estudiantes casi no asustaba a Luchetti y en esas que el Pincha iba con sus torres a buscar un cabezazo salvador en un corner, Boca encontró dos contras con mayoría numérica, ambas, desperdiciadas por Clemente, que hasta ese momento no reprobaba. Con dos pésimas decisiones, a base de malos pases y pobres ideas, el 3 recibía todos los gritos de los cuatro costados de un estadio que no podía aceptar a esa altura, que el triunfo se escape una vez más.

90 minutos, y el empate que parecía inevitable. Hasta que Mouche (excelente suplente… que lo siga siendo) encaró por derecha, tiró un muy buen centro al corazón del área y Viatri, con un movimiento a lo Palermo, se anticipó perfecto al defensor Pincha y colocó, con una gran palomita, la pelota pegada al palo derecho del arquero. Gol importantísimo para ganar un partidazo y, aunque todavía estemos lejos y haya muchos equipos en el medio, en un campeonato tan parejo y malo, por sobre todas las cosas, todo esto hace que con estas dos victorias al hilo, esos 5 puntos (hasta que jueguen Velez-CASLA) no parezcan tanto.

Aunque, a quien queremos mentirle? Boca debe pensar en el partido a partido, en sumar para no preocuparnos en unos meses, en no ver la tabla de posiciones, para ni ver donde está, ni para ver donde está el rival, porque no interesa si es el mejor, como Estudiantes, o el peor como Quilmes, Boca siempre tiene que ser protagonista en sus partidos y demostrarle a propios y extraños que hay material para jugar bien, que con ganas se puede y que por sobre todas las cosas, que Boca sigue siendo Boca, en su cancha o de visitante.
Hoy vimos que se puede, que cuesta, pero se puede. Que si todos tiran para el mismo lado la nave toma rumbo, y que con actitud y garra, con los pros y contras conocidos el equipo puede dar para cosa seria, logrando cosas serias y consolidándose día a día. Por lo pronto, a disfrutar de esta victoria, como dije, que no se daba contra este rival desde el Clausura 2007 (con una final perdida en el medio) y a pensar en Lanús, próximo rival del conjunto de Falcioni que de a poco va encontrando el mejor funcionamiento de su equipo.

En Resumen: Boca logró una gran victoria, jugando bien después de mucho tiempo, siendo superior a un gran rival y sacándose más de una mochila enorme de encima. Ganó y bien, y eso hay que remarcarlo.

Las Buenas:
- Todo lo dicho: Ganar de local, hacer dos goles, dos victorias seguidas, dando vuelta el resultado...
- Los cambios y las actuaciones de quienes ingresaron: Bien Julio Cesar en cada decisión, determinantes Mouche y Viatri para cambiar la historia en la última.
- La actitud y el nivel de Riquelme. Lo dije mil veces: cuando Román tiene ganas de jugar, se nota, y es otra cosa.

Las Malas:
- Los errores defensivos. A demás del gol, muchos errores, especialmente por el lado izquierdo.
- Las malas decisiones a la hora de atacar. A lo de siempre, se agrega que cuando tenemos una contra, somos muuuuy boludos a la hora de llevar acabo una idea.
- La sequía de Martín. Sigue sin meterla, llega al record y preocupa, no tanto que no marque, sino que ni siquiera tenga ocasiones.

Comentario de cada jugador:
20- Luchetti: Sin ningún tipo de culpa en el gol, y sin ser exigido demasiado a lo largo del partido, terminó con un saldo positivo.
2- Cellay: Muchísimo mejor que los partidos pasados. Como dije la semana pasada, de zaguero central mucho mejor que cerca de la línea. Perfecto en la marca, complicado en algunas salidas.
6- Caruzzo: Sigue sin ser el líbero que todos conocemos de la época de Argentinos. ¿Lo será algún día?
13- Insaurralde: Horrendo en el gol del visitante, levantó con el correr de los minutos.
16- Somoza: Arrancó muy mal. Se confió en una pelota y terminó en gol contrario. El resto del PT erró cuanto pase intentó. Para el segundo tiempo cambió totalmente la cara, volvió a comerse la cancha y robó cuanta pelota le pasó cerca. Marcó, jugó e intentó al arco, estaría muy bueno que dejen de ir todas afuera.
4- Calvo: Correcto hasta que se lesionó y tuvo que salir. No se hace problema en ataque, y siempre está para defender. Una garantía pensando en el arco propio.
3- Clemente: Venía muy bien, tanto por izquierda como por derecha, pero los dos errores groseros que hizo perdiendo esas claras contras lo condenan.
11- Erviti: Mejorando de a poco. A lo largo del partido fue elevando su imagen. Todavía queda mucho por explotar de un muy buen jugador.
21- Chavez: Como siempre, a base de garra y ganas logra arrancar aplausos. Si tan solo terminara bien el 50% de las que hace…
10- Riquelme: No le gustó que le mojen la oreja y se hizo cargo del asunto, creó él la falta y la definió como sabe. Y, cuando quiere jugar…
9- Palermo: Erratico, para el lado del arco y de compañeros, ésta vez ni dio buenos pases. De todas formas, te banco a muerte Martín.
18- Monzón: Esta vez entró bien. Claro, sin ningún tipo de responsabilidad en defensa, solo se dedicó a atacar y ser siempre opción por izquierda.
7- Mouche: La asistencia vale la amplia aprobación.
27- Viatri: Gran figura del partido, en 25 minutos en cancha. Hizo todo lo que Martín no pudo. Dio una asistencia anulada, jugó bien con la pelota, dio buenos pases, bajó bien la pelota y, por supuesto, convirtió el gol más importante para Boca en lo que va de campeonato.

El resumen del partido con los goles.

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