miércoles, 24 de diciembre de 2008

Como tenía que terminar

Y si, solo así podía acabar esta historia. Con un Boca perdiendo pero consagrándose campeón. Campeón de uno de los peores, pero también más peleados, torneos de primera. Fue tan, pero tan malo el torneo, que los 3 equipos que llegaron al triangular final perdieron un partido de dos jugados, esto se suma a las 4 derrotas durante las 19 fechas del torneo en sí.
Pero hay que hablar de Boca, de este Boca campeón que no pudo darse el lujo de siquiera empatarle al Tigre de Diego Cagna, que por segunda vez consecutiva, derrotó a Boca.

Sobre el campeonato en si ya comentaré a parte, haciendo un pequeño resumen de lo que dejó el 2008. Por ahora hablare del último partido, la final que Boca perdió pero ganó.

 

Era sabido, aun perdiendo por un gol se era campeón. Ahora yo me pregunto, ¿hacía falta hacerlo así? Tan mal está Boca (o tan bien Tigre) para que no lo pueda empatar, por lo menos. El Matador le dio el changüí a Boca de que no juegue el arquero titular, el mediocampista central (Castagno) y con un Morel apagado (al igual que con San Lorenzo) y aun así logró vencer a un Boca apático, apagado, desaparecido, que recién se acordó que estaba jugando cuando le marcaron (ay García…) y aun así no logró crear nada de peligro.

Era una final, y Boca la jugó como si fuera la 4º fecha de un torneo sin importancia, por suerte, aquel gol del Pochi contra los cuervos valió lo que se imaginaba. Más allá que en el común dominador de todos, la lógica era pensar que Boca no perdería el juego, no digo que lo gane, pero aun con las ausencias de Román, Vargas y Forlin, llegaba mejor y no hablo solo de resultados.

Es verdad, Tigre no tenía nada que perder y mucho para ganar, pero por lo que se vio en el primer tiempo, su idea no era salir a comerse a Boca, sino regular, estudiarlo y esperar al momento justo para marcar.

La verdad que el partido entregó, por un lado muy poco de juego, pero por otro mucha emoción. Sin muchas llegadas, y ni hablar de serias llegadas, se las arreglaron para que la emoción y las pulsaciones nunca bajen de un ritmo frenético, al punto de que el grito en el final del partido fue tanto por la alegría de la obtención del campeonato como de desahogo.

 

Es imposible de ocultar los nervios que había, los miedos, los fantasmas del 2006 y ese maldito gol de Pavone, el saber que no se podía perder ese torneo… esto sumado a las dudas de García, la falta de contundencia de los de adelante, etc, etc, etc.
El ambiente era una caldera, se puteaba hasta por hacer tiempo. Se gritaba hasta por un lateral. Nos enojábamos por corners que no nos cobraban, por los repetitivos tiros libres que Boca le regalaba al Tigre cerca del área, por lo malos pases a un  metro que los mediocampistas fallaban, por los cortes fallidos, por cada centro que caía en la zona de Javi, uff.. lo que se sufrió.

Hace un par de semanas, post partido con Colon, recordé las palabras que me dijo aquel viejito en la Bombonera hace unos años: “Los hinchas de Boca nacimos para sufrir. Y así fue. Es y será siempre”… mamita que tenía razón. Logramos un campeonato, pero de que manera…

 

Tal vez hay mucho para hablar del partido en sí, pero que importa si lo más importante es que somos campeones. Luego de 21 partidos donde la irregularidad fue la principal protagonista, ¿cuanto aporta comentar sobre el desastre futbolístico de ayer? Nada… ahora a disfrutar y a pensar en la Libertadores del año que viene, donde Boca enfrentará a Guaraní de Paraguay, Deportivo Tachira de Venezuela y el ganador entre Deportivo Anzoátegui también de Venezuela y Deportivo Cuenca de Ecuador.

 

Rápido repaso de los jugadores:

Javi García: Una lastima, pero cuesta creer que pueda seguir en Boca. Más allá del titulo, los errores en los últimos 3 partidos, que le costaron 4 goles en contra a Boca, deben pagarse.

Josue Ayala: Personalidad para entrar, personalidad para descolgar como pudo (y siempre en dos tiempos) cada centro que cayó al área, personalidad para hacer tiempo cual arquero de equipo de la B para ganarse una estupida amarilla.

Roncaglia: Una vez más bien por el 13.

Caceres: Al igual que el otro central, seguros por arriba y por abajo. Nota extra: su marca era la de Lazzaro, quien convirtió el gol, si, es verdad, el horror fue de Garcia, pero igual, su marca hizo el gol.

Morel: Excelente partido. Para reivindicarse por la idiota expulsión con gimnasia, jugó dos grandes partidos en el triangular final.

Ibarra: ¿En serio tiene 34? Una vez más, quien sacó la cara en ataque para un Boca apagado.

Battaglia: Aunque no tuvo su mejor partido, cerró su mejor participación en Boca en un torneo. Figura por amplio margen a lo largo de todo el certamen.

Chavez: Desapareció por tramos del juego, igual, siempre tuvo ganas, tanto por derecha como por izquierda.

Datolo: Tuvo una donde se iba solo y su ansiedad le jugó una mala pasada, se la tiró muy larga y desperdició lo que podía ser la mas clara para Boca.

Gonzalez: Pudo jugar de 8, su puesto. Eso es lo más notorio, a penas se pudo asociar con Ibarra y Palacio.

Gracián: Siempre intentó una de más, tuvo las más claras, aun sin que la pelota vaya al arco.

Figueroa: Como dije, si no hace gol: juega mal. Ayer fue Muy malo lo de Lucho.

Viatri: Su peor partido en Boca (aun así jugó mucho mejor que Lucho), le costó controlar el balón, perdió muchas pelotas con pases fallidos y pesó muy poco en ofensiva.

Palacio: Apenas entró parecía que le cambiaba la cara al equipo, ganó un par de fauls, no mucho más. No desequilibró, igual, que juegue ya es suficiente.

 

 

Para resumir: Luego de 2 años, por fin, Boca pudo volver a ganar un campeonato local. Esta vez fue jugando mal, en gran parte del torneo. Con altas y bajas, victorias ajustadas y derrotas vergonzosas llevaron al equipo de Ischia a jugar el triangular final, aun habiendo perdido 4 partidos de 19. La irregularidad que se mostró a lo largo del apertura, se vio también en el triangular, así derrotó con gran categoría a San Lorenzo y perdió dando lastima y pidiendo la hora con Tigre, tal vez, el que mas mereció y el que menos se llevó (al no ser campeones quedaron fuera de la Libertadores).

Si hablamos de merecimiento, Boca no mereció más que sus rivales, pero ellos tampoco lo merecieron. La diferencia se encontró en los grandes, en los que saben como actuar en ciertos momentos y en quienes conocen de difíciles instancias.

Boca es el nuevo campeón, eso es lo más importante y lo único que importa. Atrás quedaron las peleas internas del equipo, las lesiones interminables, la trágica muerte del presidente, etc, etc, etc.

Ya habrá tiempo para hacer el merecido resumen de lo que fue el año, de que nos dejó este 2008 boquense y que vendrá, hoy, por lo pronto, es momento de disfrutar de la obtención del título, el cual, repito, no se nos daba desde hace más de 2 años.

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