miércoles, 29 de octubre de 2008

Resultados que sirven, esquemas que dejan que pensar y cambios que siguen salvando las papas.



Buena e importante victoria (y de visitante) contra Banfield para quedar a 3 de Tigre (ganó 1 a 0) y San Lorenzo, que volvió a perder puntos (empató con Gimnasia LP 1-1).

Pablito Mouche, una vez más, entró y cambió el partido. El delantero que carga con la histórica 7 que dejó Guillermo hoy se dio el gran gusto de darle el triunfo a un Boca que en el primer tiempo no mostró nada, nada de nada: Ni una sola llegada. Pero que en cambio, salió a jugar el segundo tiempo como debía, buscando, tomando la iniciativa y atacando al rival que se cerraba y preparaba para el contragolpe lógico en un partido así.Estaba jodido el juego, no entraba, aunque tampoco se buscaba con “serios” remates: Un buen pero débil disparo de Riquelme que el arquero con un leve esfuerzo mandó al corner; un tirito de Jesús a las manos, un remate del mismo Dátolo que delante del arco la mandó a las nubes, etc, etc. Boca no encontraba el rumbo, buscaba y buscaba, pero no lastimaba. Hasta que, otra vez, los cambios de Ischia cambiaron el rumbo de lo que apuntaba para empate clavado.
Con la entrada de Gaitán y Mouche, Boca aunque no mejoró mucho a nivel futbolístico, consiguió en los pies de este último el gol tan esperado y necesitado para ponerse, ahora sí, a tiro en el campeonato (a 3 de la punta… hace dos partidos eran 8…)
Al margen del resultado y de la alegría por el triunfo, algunas cosas quedan para comentar sobre Boca que no pueden, ni deben pasarse por alto, solo por el hecho de haber ganado.Rarisimo el esquema de Ischia a nivel defensivo. Con Roncaglia de 4 (Calvo no fue ni al banco) propuso un juego simple para Banfield, atacar por la derecha de Boca y lanzar centros para que Barrales y Civelli le peleen por arriba con Caceres y Paletta. La idea, al parecer, era justamente eso, como el rival juega mucho por arriba, agregar un defensor “cabeceador” más en el area y así neutralizar a los delanteros. Bueno, eso salió claramente, porque más allá de una o dos jugadas no pasó a mayores. Lo que si, hay algo que ya comenté anteriormente y creo que debo repetirlo, Boca necesita un 3 y un 4 con proyección! Tanto Román, Battaglia como Vargas, varias veces acomodaron sus cuerpos con el balón en su poder para buscar a ese 4 que nunca apareció, y eso tiene una explicación lógica: Así están acostumbrados. Con las constantes subidas de Ibarra y Morel (Calvo/Barroso y Fondacaro respectivamente en caso de los suplentes) el equipo toma, no una forma de juego, pero sí una opción clara y concreta cada vez que no se puede encontrar el espacio por el medio. Hoy, con Morel jugando cada vez peor (en el PT volvió a hacer lo mismo que con River, pelotazo, pelotazo, pelotazo) y sin un 4 ofensivo, los mediocampistas perdían un tiempo en volver a acomodarse al no tener esa salida.
A demás de esto, si lo que tanto le preocupaba al técnico eran los centros, ¿no es más lógico poner un hombre para que evite que se envíen los centros? Banfield durante todo el partido encontró con suma tranquilidad espacios de sobra por su lado izquierdo de ataque. Claro, Roncaglia se cerraba y dejaba la espalda de Vargas totalmente libre para que el hombre rival tenga tiempo de sobra para acomodarse, apuntar y tirar el centro. Entonces, creo yo, que el haber jugado con un central de lateral, el vez de un 4 hecho y derecho, es un dolbe gran error. Es un jugador menos en ataque y uno menos en defensa.
Lo último, claro, el domingo, de local contra San Lorenzo: UNA FINAL. Más claro imposible.

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